En primer lugar, los monumentos de Roma
La primera atracción de Roma, también de cara a los niños, son los propios monumentos de la Ciudad Eterna. Estos son los que, a nuestro juicio, les podrán gustar más:- El Coliseo resulta espectacular, tanto para los adultos como para los niños. En los alrededores siempre suele haber centuriones disfrazados con los que los niños disfrutarán haciéndose una foto con (pacta con ellos el precio ANTES de hacerla).
- La basílica de San Pedro es igualmente impresionante por las dimensiones gigantescas que tiene todo, empezando por las pilas de agua bendita que hay a los pies de la nave . También les gusta mucho la figura de bronce de San Pedro con el pie desgastado, la cúpula vista desde el interior, el enorme baldaquino de bronce... Si tienen edad suficiente, no dejéis de subir a la cúpula: hay que hacer un gran esfuerzo, pero la aventura y la vista que tendrán desde arriba será una de sus mejores experiencias en Roma. En este mismo sentido, también podría gustarles mucho San Pablo extramuros, por la monumentalidad del espacio.
- La Fontana di Trevi tenéis que verla tanto de día como de noche, y no puede faltar para los críos la ceremonia de lanzar de espaldas una moneda al agua. También les encantará la Piazza Navona, con su fuente llena de mounstruos, y la Piazza Spagna con su imponente escalinata, especialmente si la encontráis llena de gente y adornada con flores en primavera: cuando está vacía resulta un poco desangelada.
- El Castillo de Sant'Angelo está lleno de pasadizos, escaleras, patios interiores, balcones con magníficas vistas del entorno y del interior, un enorme cofre del tesoro... ¿Qué más se puede pedir para estimular su imaginación? Si antes de ir os documentáis un poco sobre este lugar único, que ha desempeñado todas las funciones imaginables desde su construcción por Adriano, haréis que sea para ellos una visita memorable.
- El Panteón es visita obligada, tanto para adultos como para niños. Este monumento increíble impresiona a todos. Una leyenda cuenta cómo se construyó una cúpula tan grande. En lugar de utilizar andamios y soportes de madera, levantaron un enorme montículo de tierra, en cuyo interior se escondieron cientos de monedas de oro. Para retirar la tierra no hizo falta contratar obreros. El emperador dijo que cualquiera podía quedarse con las monedas que encontraran, y en pocos días desapareció toda la tierra.
- Algunas vistas curiosas de la ciudad podrían resultar atractivas para los críos: especialmente desde la cúpula de San Pedro, pero también las que hemos seleccionado con el nº 2, 7, 11, 12 y 13.
- Llévales también a la Bocca della Verità, para que puedan meter la mano en la famosa abertura que se cierra repentinamente sobre los que no dicen la verdad.
- Los Mercados de Trajano tienen algo de laberínticos, con pasillos, escaleras y estrechas galerías donde podrían pasarlo en grande.
- Por último, las Catacumbas de la Via Appia. Al terminar la visita, podéis hacer un buen descanso en la bonita área ajardinada a lo largo de la Via Appia, o recorrerla alquilando unas bicicletas.
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