Cochecito, sillita o mochila.
Roma no es la mejor ciudad para viajar con un bebé en carrito, pero se
puede hacer sin especiales problemas. Tendrás que andar a veces por
incómodas calles con adoquines, y aceras estrechas e irregulares o sin
aceras... En algunos monumentos también tendrás que plegar el carrito
para subir tramos de escaleras. Lo mismo te ocurrirá en algunas
estaciones de metro, que no tienen ascensor. De modo que si el bebé tiene pocos meses, será más cómodo llevarlo todo el día en la mochila y dejar la sillita en el hotel.
Algunas indicaciones más precisas sobre los distintos monumentos:
- Los campos de ruinas, como el Foro Romano o el Palatino,
resultan incómodos para llevar cochecitos de niño, pero tampoco
presentan grandes problemas, aunque si podéis usar mochila mejor. El Coliseo se puede visitar con comodidad: hay ascensores y pasillos amplios. En otros lugares como los Museos Vaticanos,
paradógicamente, llevar sillita os facilitará las cosas, pues podréis
acceder por recorridos alternativos que evitan las aglomeraciones. Si en
lugar de llevar silla lleváis un cochecito, tendréis que dejarlo y os
facilitarán una silla ligera. Además, como ya hemos dicho, no tendréis
que esperar la cola de la entrada: si lleváis niños podéis pasar directamente.
- En la basílica de San Pedro no dejan
entrar con sillitas: hay que dejarlas en la consigna que hay a la
derecha de la fachada (se pasa junto a ella al entrar: no hay problema
para localizarla).
- Tampoco se puede entrar con sillitas a las catacumbas, lógicamente (pues no caben), ni a la Galleria Borghese. Hay que dejarlas en consigna.
- Comida y pañales. Si vais a estar pocos días, lo mejor es que llevéis desde aquí los potitos y los pañales que necesitaréis. Las marcas y el tipo de productos que vais a encontrar en las tiendas romanas pueden ser distintos de los que estáis acostumbrados.
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